viernes, enero 02, 2009

Catarsis

Año nuevo, época perfecta para hacerse una retrospección de lo que ha sido durante todos los años de tu vida. Una radiografía que busca sanearse y, a la vez, darnos las fuerzas para seguir con el mismo empuje durante mucho tiempo más.

Mi mente kitsch hizo recordar un tema de un trío mexicano que cantaba temas dedicados al amor y a la tristeza al perder un ser querido o, que simplemente, te hizo pebre en el suelo.

Comencé a hurguetear en mi cabeza los rincones más escondidos que puedo tener y, al mirar unas zapatillas viejas azules claras que compré en el norte, volvieron recuerdos que, yo creía, supuestamente estaban borrados del disco duro.

Hace tiempo que no me sentaba a meditar sobre lo que se puede perder o lo que vuelve sin que uno lo pida. Por ahí escuché un dicho, mientras caminaba por la calle y el viento que intentaba borrar el sonido de esas palabras: “Dios castiga, pero no a palos”. Sabio dicho que aún intento de procesar en mi cabeza que vuelve a recordar tu nombre y tus sonrisas.

Los momentos vividos no se pueden volver a repetir ni es posible tener una máquina especial para intentar cambiar la historia. Y como eso no se puede hacer, no es posible arrepentirse de todo lo que uno hace. Es parte de tu crecimiento como persona.

Mientras escribo estas palabras, se viene a mi mente los cariños y los espacios que recorrimos aplanando el piso por las calles de aquella nortina ciudad. Solos tú y yo, junto a los pájaros, el sol y la brisa marina que rozaba nuestras caras mientras nos abrazábamos en aquella playa.

Es raro, cada letra que pasa por este texto tiene plasmado todo el recuerdo, el cariño y el sentimiento. Esa sensación volvió tan de repente que no sé cómo explicar lo que me pasa.

Creo que es una especie de terapia, un tipo de catarsis. El daño fue mucho, las averías causadas por el choque aún no están totalmente reparadas. Eso lo sentí porque me atreví a ver tus fotos y sólo queda el rico recuerdo de lo que fue y lo que pudo haber sido.

El hombre siempre será animal. Ante eso, no tenemos un manual que nos enseñe a nivelar lo sentimental con lo racional. Todo pasa y por algo será. Tal vez no era el tiempo ni la circunstancia que uno buscaba para, realmente, seguir juntos hasta el infinito. Ambos pasamos por pruebas complicadas, pero de distintas dificultades.

La vida sigue su curso, y con ello, los años y las experiencias de momentos maravillosos y no considero los malos, porque esos están en otro baúl, los que me permitirán enfrentar la vida con, como dice la canción de un programa de humor, “con optimismo y fe”.

Aunque no lo crean, estos pensamientos han estado desde el cruel momento que se acabó todo y el orgullo y la ira no permitieron poder reaccionar de mejor manera. La vida es demasiado corta y linda como para estar con rencores.

Salir, caminar, escuchar, pensar, cantar, soñar, triunfar, perder, correr, imaginar, amar son verbos que perfectamente se pueden conjugar. Eso lo acabo de aprender mientras en mi cabeza sigue rondando tu sonrisa y tu carita.

El olvido es lo más penoso que pueda pasar en la vida de una persona. No tener recuerdos ni sonreír cada vez que vuelve a tu mente el chiste que ella te contaba o la voz que te ponía para que tú le devolvieras una gran carcajada, o cuando ella necesitaba de un gran abrazo, tú se lo retribuiste con eso más una palabra de aliento.

No me queda más que agradecer por el tiempo vivido, no me arrepiento de nada, absolutamente nada, porque todo sirve en tu desarrollo y también para mí.

No hay más palabras que decir, pero te juro, que nunca me olvidarás. Mientras eso siga en tu retina, siempre estaré a tu lado.

1 comentario:

Cecilia Azul Cielo dijo...

Hola me pasaba por aquí y te leí ésta entrada, fue loco, porque como que dio justo en el clavo con lo que yo sentía (pero en ti, tomado con más calma). Son fuertes esos sentimientos *-*

saludos :)