I'm Chilean Horsemen (De alma no más pos, no alcanza la plata)

Siempre he tenido afición por el metal (la música...obvio), pero esta preferencia por este estilo no se forjó de inmediato. Tuvieron que pasar muchos sucesos para poder conseguir sentirme pleno de esta tendencia.

Todo comenzó cuando vive la edad de la adolescencia...creo que fueron mis 12, o algo por el estilo. Ahí empiezan a asomar los primeros índices de identidad respecto a tu personalidad. Los verdaderos rasgos de tí se vislumbran. Por aquella época, surgieron los primeros equipos con reproductor de CD. Mi padre, fascinado, compró tres discos: Big Yuyo de Los Pericos, Dj Deró (SUX) y El Primero de Laura Pausini.

Hasta el momento, todo marchaba bien con el equipo, me gustaban Los Pericos, escuchaba a Dj Deró pero, de un momento a otro, me di cuenta que estaba entusiasmado con el de Laura Pausini...Increíble ¿no? Tanto era el asunto, que me sabía y cantaba las canciones en Karaoke.
Así pasaron unos meses y llevé mi música al colegio. Recuerdo que los intercambiaba por otros CD's más malos aún...jajaja. Hasta que un amigo

me dijo que parara el escándalo, cómo se me ocurría escuchar tamaña barbaridad. Diciendo esto me pasó un compacto. Era el Nevermind de Nirvana y lo mejor de todo era que Kurt aún estaba vivo.

Sin embargo, con todo el bum de este grupo, llegó un momento que nada me satisfacía. Nuevamente recurrí a mi compadre, y él sin reparos me exclamó: "Compa, lo tuyo no es el grunge, toma. Esto ponlo a todo chancho en tu casa".
Y me pasó otro disco. Fui a mi casa completamente dudoso acerca de lo que mi amigo me había prestado. Sin cambiarme la ropa de colegio, fui al equipo, puse el CD, tal y como me dijeron. Sonaron unas guitarras muy tranquilizadoras. Luego de un rato un estruendo que me llenó por completo el alma. Era Battery...el comienzo de una maestría musical llamada Master Of Puppets. El grupo...Metallica. Seguí escuchando los temas, seguía el Homónimo del disco, luego The Thing That Should Not Be, Welcome Home (Sanitarium), Leper Mesiah, Disposable Heroes, un orgásmico instrumental llamado Orion y Finalmente toda la descarga de adrenalina con Damage Inc.

Estuve tres cuartos de hora escuchando a todo volumen esta verdadera descarga de emociones extasiado. Sin duda, unos de los momentos más relajantes de mi vida. Había encontrado mi verdadera pasión musical. Metallica me embrujó, seguí su vida y todas las nuevas cosas que salian, incondicionalmente por supuesto, hasta el punto de comprar discos raros con distintas versiones de los temas, o simplemente demos que nadie había escuchado. Hasta me jacto de tener el Unplugged, (creo que nadie tiene alguna copia cerca). Todo esto llegó a su punto más alto en mayo de 1999, la pista atlética fue la cita. 25 mil personas gritando a todo pulmón todas sus canciones. Una verdadera emoción ver a Kirk, Jason, Lars y James como compartían sus notas con nosotros. Verdaderamente espectacular.

Ahora esperando nuevo disco...29 de agosto...como siempre aguardaré comprarlo o simplemente que mis viejos me lo regalen. Todo esto por alimentar mi alma de fanático de Metallica. Soy y seré siempre uno de los chilean Horesemen. Eso sí clandestino...porque es cara la inscripción. Viva el metal... Gracias Metallica por llegar justo cuando lo necesitaba.